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El otro significativo es ahora guion y código

 


La virtualización del sujeto explicita y exhibe, muldimensiona, nos vuelve a todos telespectadores y protagonistas. El sujeto y los otros se volvieron su propio bien de consumo; cada mensaje vertido en los hipermedios es un desdoblamiento; una posibilidad de rehacer la vida una y otra vez; es una puesta en escena.

Los hipermedios aumentaron la notoriedad de las personas, actualizaron la imagen, vincularon afectivamente a los consumidores, les permitieron proyectarse, compartir al mundo una imagen de sí mismos, ser “estrellas” de un segundo mundo, cinematografiaron al individuo y su relación con el mundo

El otro significativo es ahora guion y código, es densidad narrativa. Como afirma el SISD19:

“La gente comparte en las redes apariencias, lo que la gente puede ver de ti es lo que la gente le da valor. El poder demostrar algo con imágenes y que sea agradecido con likes ha sustituido muchas conversaciones. Y por lo mismo comparten su vida a través de la red. Además de que creo que la gente usa su dispositivo como trinchera, desde ahí ataca, piensa, siente, etc. En la frontera digital se permite todo y el estar cara a cara no o más bien, ya no” (Sujeto Informante Socio digital 19, Huixquilucan, Estado de México).

El Potlach digital

 


En la Era Digital y de la Socialización particularmente en plataformas como Facebook, Instagram y Pinterest se han replicado los consumos y despilfarros conspicuos (Veblen, 2002). La alteración cosmética de las escenas son parte de la nueva competencia visual que busca la aprobación y el like.

Por el selfie, nos terminamos consumiendo los unos a los otros. Pasamos de consumir productos, servicios, medios y contenidos a consumir perfiles; las imágenes del otro. La rivalidad escénicas y visuales se fundamenta antropológicamente en la inseguridad, la soledad y el aburrimiento. Y éstas a su vez rearticulan la ecología mediática y las nuevas condiciones económicas.

Por tanto, ver y consumir al otro, observar sus flujos comunicativos y agencias digitales hicieron de la postfotografía el capital de valor de la Economía del Panóptico. Este nuevo modelo económico es el que da soporte a esta nueva fase del capitalismo centrado en lo tecnológico, el ocio y el entretenimiento que ya Martel  denominaba Capitalismo hip (2011).

Este potlach digital (Hidalgo Toledo, 2018) se ha convertido en un ritual cotidiano, en un dispositivo universal; en una interfaz cultural (Manovich, 2012) que ha asegurado la producción, distribución y almacenaje del nuevo capital simbólico del continente digital. Así tenemos que los hipermedios cumplen con nuevos roles y funciones que podríamos categorizar en tres:

·     Función ritual. Los hipermedios se han vuelto: Un canal de entretenimiento y compañía; un hábito y una rutina; una vía de relajación y evasión; una vía de escapa del aburrimiento, del trabajo y las obligaciones (particularmente aquellas que no son relevantes y significativas para el sujeto) y una actividad de conveniencia.

·     Función social. Los medios se tornaron en una alternativa para: la exploración de la realidad; la expresión de acciones y actitudes personales con el fin de obtener validaciones consensuales; la búsqueda de consejo; la identificación con actores sociales relevantes o inspiracionales en sus vidas; detonar temas de conversación; divertirse a distancia con los pares; la integración social y sentirse parte de una comunidad de significación; la superación de la soledad; elevar su condición personal, familiar y espiritual; situarse en perspectiva con los otros.

·     Función instrumental. Los medios en sí mismos permite a sus usuarios sentirse: que resuelven aspectos cotidianos de la vida; excitados, psico-emocionalmente; afines a temas, actitudes y situaciones que viven sus pares; implicados en los temas de actualidad; anclados a la realidad y con una visión más intersubjetiva que impuesta por los medios de comunicación; constructores de contenido; co-partícipes en la construcción de estilos de vida relevantes, significativos y cooperativos.